BESAMANOS EN SAN ISIDORO...

Abiertas las puertas de tu capilla. Con un escenario perfectamente estudiado para el recogimiento y la oración. Con el trabajo de muchos para tu Gloria y el disfrute de otros. Acudimos a besar tus manos.

Con muchas peticiones debajo del brazo y muchos agradecimientos pendientes en los labios. Con muchos encargos de amigos y familia. Y con los nervios de lo que ya se acerca, porque poco queda. Acudimos a besar tus manos, Señor.

Con ganas de levantarte o de ayudarte a descargar el peso de tu Cruz. Con alegría y con recogimiento. Con ganas de ver a tu Madre y orar con su dolor. Allí vamos Señor, a besar tus manos.

Con nuestras mejores galas y nuestros deseos y sentimientos preparados. Extiendenos tus brazos, Señor, y dejanos besar tus manos.